Ligeros libertinajes sabáticos: Descritas por Luis G. Berlanga como
ereccionales -o humedecedoras, según el caso-, las historias que reúne
este volumen rebosan de imaginación, de sugerencias más o menos
veladas y, por encima de todo, de deseo en el más carnal de los
sentidos. Relatos tan suculentos como «Pincho moruno» o «Pascualino y
los globos» son buena prueba de ello. Y mientras en «Una mujer
sorprendente» el lector descubre las infinitas posibilidades que
ofrece la gastronomía, en «Dos socios inolvidables o El erotismo de la
lógica» tal vez corrobore sus sospechas en torno a la relación que
unió al doctor Watson y Sherlock Holmes.