En este volumen, Kerényi ofrece una mirada única a una de las figuras
mitológicas
esenciales: Hermes, el heraldo de los dioses y conductor de almas.
El autor nos lleva a comprender el fascinante papel que desempeñaba
Hermes para los griegos, tanto en la visión de la tradición clásica,
que analiza mediante su himno o su presencia en La Ilíada y La Odisea,
así como en otras dimensiones como su relación con la vida y la
muerte. Para este novedoso aspecto, Kerényi se vale de sus propios
análisis a propósito de las relaciones de Hermes con las diosas, con
Eros o con el silencio, entre otras fascinantes reflexiones.