En un mundo donde toda la población está dividida en «propietarios» y
«activos»; donde tradición y liberación se entienden como términos
contrapuestos, y las mujeres son esclavas de esclavos, la libertad
toma muchas formas: compasión, conocimiento, amor, o coraje. Aunque
parezca a veces algo pequeño, la libertad es la llave que abre las
grandes puertas de la comprensión. En esta colección de cuatro
relatos, íntimamente vinculados entre sí, Ursula K. Le Guin regresa a
los grandes temas de La mano izquierda de la oscuridad o Los
desposeídos.