Las cooperativas de viviendas se consolidaron en plena crisis como una
de las opciones más viables para adquirir una vivienda a un precio
asequible. El ahorro de los gastos de promoción así lo hacía posible.
Pero a medida que el colapso del sector inmobiliario se fue agravando,
muchos miembros de cooperativas comprobaron que no era oro todo lo
que relucía: muchos proyectos fueron impulsados por personas con muy
poca preparación, se estancaron y nadie se hizo responsable de
devolver el dinero adelantado a los cooperativistas que querían darse
de baja. Pese a ello, las cooperativas de viviendas siguen siendo una
buena alternativa si se conocen los derechos y obligaciones que se
tiene como comprador. En esta obra encontrarás las 50 cuestiones
imprescindibles en relación a las cooperativas de viviendas, tanto si
tienes intención de embarcarte en una de ellas como si te has visto
afectado por la práctica fraudulenta del gestor.